Aumenta la libertad de configuración de las esquinas, descompuestas en sus elementos esenciales, para conseguir la máxima flexibilidad dimensional. La anchura y la profundidad de los dos lados son independientes entre sí y pueden hacerse completamente a medida, para adaptarse con precisión a las características arquitectónicas del espacio, incluso en los lugares más difíciles o complejos. El concepto de esquina simétrica también se supera en las aperturas y los acabados, para satisfacer requisitos estéticos y de diseño individuales.